El valle de Caderechas es una comarca situada al noroeste de la Bureba, a medio camino entre Oña y Poza de la Sal, en él se mezclan los bosques de pinos, las plantaciones de cerezo y de manzanas reinetas. Los valles que forman esta comarca son angostos y de una belleza singular, los pueblos se integran con el paisaje con una arquitectura popular a base de entramados de vigas de madera y adobe.No se si por coincidencia o por obra del destino, en apenas unos kms. volvimos a nuestro origen en Madrid, desde nuestra residencia actual en Rucandio. Y es que en este angosto valle se encuentran las localidades de Rucandio y Madrid de las Caderechas en un corto recorrido de apenas 4 kms.
Dejamos el coche en Rucandio, subimos al circo que hace el valle por un cortafuegos, después por el borde del circo alcanzamos la cima de Los Castillos, desde este lugar las vistas del valle son espléndidas, después nos acercamos a las ruinas de la ermita de Santa Marina, buscamos la sombra de una pequeña encina para mitigar el calor, y a comer. Desde la ermita bajamos por un camino hasta el pueblo de Huéspeda, nos refrescamos en la fuente y recorrimos parte de la ruta de los cerezos; que nos perdonen los propietarios, pero da gusto caminar y estirar el brazo para comer alguna cereza por el camino. Después de deleitarnos con el sabor de las frutas rojas volvimos a Rucandio a coger el coche y buscar un bar para refrescarnos con una buena cerveza fría.
Un bonito paseo, aunque con los rigores del verano hay que buscar la fresca, o dejarlo para primavera para poder contemplar los cerezos en flor de este pequeño Jerte Burgalés...
