jueves, 17 de diciembre de 2009

La Concha - Casa del Rey (13-12-09)


Estamos en pleno temporal, y como suele pasar después de pasar un noviembre con unas temperaturas anormalmente elevadas, nos ha cogido de sorpresa y sin estar acostumbrados a este frío polar o siberiano como anuncian en la televisión.

La ruta que teníamos prevista se nos fue al carajo, no es tiempo de meterse por terreno kárstico con la nieve rondando, por ello tuvimos que ejecutar el plan B y realizar una ruta sin peligros y por pistas o senderos practicables.

Dejamos los vehículos en el barrio de La Concha de San Roque del Río Miera, allí unos madrileños han construido "La Vieja Escuela", una posada que ofrece alojamiento y buena comida. Después de calentarnos con un sabroso caldito empezamos a subir para conocer la Casa del Rey, esta fue en su tiempo almacén y daba servicio a los trabajadores del resbaladero de Lunada, el resbaladero se construyó en 1791 para transportar los troncos cortados en los cercanos bosques burgaleses, una construcción de 1 km. de longitud que salvaba el desnivel del puerto de la Lunada; hoy en día quedan algunos restos de esta construcción que se pueden observar desde el Mirador de la Casa del Rey.


La distancia que separa el barrio de La Concha de la Casa del Rey es de unos 5 km. y es un paseo muy agradable, en apenas dos horas estamos a los pies del circo de la Lunada contemplando está construcción.
El día triste y particularmente frío nos ofreció alguna nevada por el camino, pero la verdad que merece la pena pasar un poco de frío y contemplar como cae la nieve y cubre los paisajes pasiegos, con sus cabañas diseminadas por las faldas de las montañas con árboles ya sin hojas salpicando el paisaje entre los cercados que aportar algo de color en un paisaje blanco.

Después de pasar la mañana caminado entre la nieve, no hay nada como tomar un buen caldito de gallina o de cocido para calentar el cuerpo entumecido por el frío.


Este es un paseo por los paisajes pasiegos recomendado en cualquier época del año.
  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track para el GPS.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Soncillo-Las Pisas-Puentedey (07-12-09)

El puente de la Constitución nos ha dado de sí para realizar otra ruta, esta vez por tierras castellanas. Decidimos recorrer parte del sendero de gran recorrido GR-85, este recorre parte de la comarca de Las Merindades, situada al norte de Burgos. Es una comarca a descubrir con rincones de una belleza singular.

Con el frío de la mañana, dispuestos a recorrer la etapa 9 del mencionado GR y de paso aprovechar a visitar la afamada cascada de las Pisas. Partimos de Soncillo, primero por pista, luego un trozo de carretera, volvemos a la pista, siempre siguiendo las marcas rojas y blancas que indican que el sendero es de gran recorrido, hay que decir que está muy bien señalizado y no ofrece ninguna pérdida.




Al cabo de unos 4,5 km. de Soncillo nos adentramos en el bosque de Pisas, un hermoso hayedo, muy sombrío, morada del musgo y de las "barbas de chivo", el recorrido por el arroyo de la Gándara ofrece alguno de los rincones más bellos de la ruta, el más espectacular sin duda es el de la cascada de las Pisas.

Después de intentar sacar unas fotos del lugar, y muy a pesar nuestro, abandonamos el hayedo para seguir camino. Un poco más adelante nos paramos a comer algo en Villabáscones de Bezana, una vez repuestos seguimos el arroyo llegando a la localidad de Quintabaldo, en este punto el arroyo de la Gándara vierte sus aguas en el rio Nela.

A partir de aquí se sigue por el viejo trazado de la vía del ferrocarril Santander-Mediterraneo, llamado también de los dos mares, un proyecto que no llegó a terminarse, y fue desechado cuando apenas quedaba unas decenas de kilómetros de trazado por acabar, de lo último en construirse fue la estación de Yera, situada en la salida del túnel de la Engaña, el cual conectaba tierras burgalesas con tierras pasiegas.




Siguiendo la desmantelada vía férrea en un trazado de unos 4 km., atravesando el río Nela, en dos ocasiones por encima de los puentes del ferrocarril, terminando el recorrido en la localidad de Puentedey, un maravilloso pueblo construido parte de él encima de un puente natural, atribuido al dedo de Dios, aunque es más probable que la paciencia erosionadora del río Nela tanga más que ver en el asunto.

Una vez visitado dicho monumento natural, reponemos fuerzas, tomamos un café y vuelta a Soncillo por el mismo camino, esta vez mucho más ligeros, la noche se nos viene encima y uno empieza a imaginar en viejas leyendas contadas en las frías noches castellanas de invierno, muchas de ellas tiene como protagonistas a las ánimas de los guerreros de pasadas batallas, que al llegar la noche se ponen en pie buscando venganza y sacian su sed con algún caminante que se retrasa o se pierde; esta vez nos libramos de ellas, y con las últimas luces llegamos a nuestro destino, Soncillo.

  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track para el GPS.


Collados del Asón- Bustalveinte (05-12-09)

Los collados del Asón; cien veces vendremos y cien veces descubriremos paisajes nuevos y rincones no vistos, hace un par de semanas algunos de nuestros compañer@s se adentraron en los laberintos del Asón (Derrapes Mentales); hoy nos toca ir a conocer la zona de Bustalveinte.

Empezamos como es habitual en el alto de los collados del Asón, y remontamos la pista que se adentra en esta maravilla de parque natural, una vez en el alto de la Posadía, contemplamos de nuevo las vistas que ofrece el viejo circo glaciar, esta vez ya entrado el otoño, desaparecieron los colores ocres de las hayas, ofreciendo una estampa mas invernal.

Las últimas lluvias y nieves en estas alturas, han hecho que Brenavinto este lleno de agua, y el camino pase a ser riachuelo, por ello decidimos bordearlo por la derecha por el camino que sube a la Colina, una vez pasado el agua volvemos a la pista, subiendo poco a poco hasta Brenarromán, dejando a la derecha el camino que sube a Hondojón.

Un pequeño bocado en el paso del Lobo y seguimos camino de el Valle, donde nos encontraremos con un pequeño lago que se forma en el fondo de este pequeño valle, curiosamente recibe agua de algunos riachuelos, y toda esta agua se pierde en las entrañas de la tierra, imaginando su recorrido por el dominio de las sombras y las cuevas, minando poco a poco las entrañas de la montaña, ¿Donde aparecerá toda esta agua?, quien sabe, muy probablemente alimente las primeras fuentes del río Asón.


Saika cada vez disfruta más con el agua, y no dudó ni un momento en disfrutar del gélido baño que le ofreció este singular lago.

Unos metros más arriba llegamos a nuestro destino, las cabañas de Bustalveinte, a los pies del imponente Picón del Fraile que tímidamente se dejaba ver entre los jirones de niebla, bueno para ser más veraz, lo que se dejaba ver es la bola de la base militar situada en el alto de esta mítica cumbre, prohibida a los montañeros, senderistas, amantes de la montaña y supongo que a todo hijo de vecino que no sea militar.

Decidimos comer al refugio del viento que nos ofrecía una de las cabañas, no sin cierta prisa, la temperatura y el viento gélido nos invitaban a irnos con ligereza a lugares más cálidos.

Otro rincón que no conocíamos de los cientos que aún nos quedan por descubrir y recorrer por los circos y cumbres del alto Asón.

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