La Imunia o como también se la denomina La Rasa, es una cumbre de 1518 m. de altitud y pertenece al macizo del Alto Asón, el punto de mas fácil acceso para subir a esta cumbre se encuentra en el cercano portillo de la Sía.
Aunque nosotros la ruta la empezamos por la parte burgalesa en uno de los muchos caminos que recorren estas sierras, este situado en la carretera que da acceso al portillo de la Sía; aparcamos los coches como pudimos y nos lanzamos a caminar por el blanco elemento.
Aunque nosotros la ruta la empezamos por la parte burgalesa en uno de los muchos caminos que recorren estas sierras, este situado en la carretera que da acceso al portillo de la Sía; aparcamos los coches como pudimos y nos lanzamos a caminar por el blanco elemento.
Esta es la tercera ruta que hacemos con raquetas y la verdad ¡Como cansan las raquetas! , no se si debido a la falta de tono muscular o a los restos de los excesos navideños, el caso es que... ¡Como cuesta avanzar!. La nieve en muchos puntos bastante blanda lo que dificultaba aún más el avance.
El día con mucha niebla baja no nos permitió ver apenas unos metros a nuestro alrededor, solo cuando llegamos a la cumbre pudimos disfrutar del entorno: mirando al sur, hacia Castilla un tremendo mar de nubes, en la vertiente Cantábrica la niebla va y viene y ofrece un verdadero espectáculo el ver aparecer a los pueblos del cercano valle de Soba entre los jirones de niebla, algo maravilloso de contemplar y no digamos de las cercanas cumbres de Peña Lusa, el Picón del Fraile y Castro Valnera cubiertas de nieve.
La cima de la Imunia es muy peculiar, esta jalonada con multitud de hitos que supongo han ido elevando los montañeros que suben a esta cima, alguno de ellos son bastante altos. Nosotros mismos pusimos nuestro granito en este mar de hitos, trabajo muy agradecido por los niños que no paraban de poner lajas, alguna de considerable tamaño y peso. Ahora entiendo porque los tejados de las cercanas cabañas son de lajas de piedra, desde luego aquí hay unas cuantas de ellas.
También hubo tiempo para las risas y el divertimiento que nos ofreció las nevadas laderas de esta montaña. Hambrientos y con los pies mojados bajamos a comer a Las Machorras, donde nos esperaba un café calentito que sabe a gloria cuando afuera atenaza el frío.
El día con mucha niebla baja no nos permitió ver apenas unos metros a nuestro alrededor, solo cuando llegamos a la cumbre pudimos disfrutar del entorno: mirando al sur, hacia Castilla un tremendo mar de nubes, en la vertiente Cantábrica la niebla va y viene y ofrece un verdadero espectáculo el ver aparecer a los pueblos del cercano valle de Soba entre los jirones de niebla, algo maravilloso de contemplar y no digamos de las cercanas cumbres de Peña Lusa, el Picón del Fraile y Castro Valnera cubiertas de nieve.
La cima de la Imunia es muy peculiar, esta jalonada con multitud de hitos que supongo han ido elevando los montañeros que suben a esta cima, alguno de ellos son bastante altos. Nosotros mismos pusimos nuestro granito en este mar de hitos, trabajo muy agradecido por los niños que no paraban de poner lajas, alguna de considerable tamaño y peso. Ahora entiendo porque los tejados de las cercanas cabañas son de lajas de piedra, desde luego aquí hay unas cuantas de ellas.
También hubo tiempo para las risas y el divertimiento que nos ofreció las nevadas laderas de esta montaña. Hambrientos y con los pies mojados bajamos a comer a Las Machorras, donde nos esperaba un café calentito que sabe a gloria cuando afuera atenaza el frío.
Je, je, ya ves que una ruta sencilla, con nieve, se puede convertir en una agotadora; yo también noté el cansancio.
ResponderEliminarNo sé como será la cima en verano, pero ahora en invierno, de blanco y entre nubes, tiene su toque exótico.
Javi.