Seguimos con un invierno favorable para seguir practicando con la nieve, esta semana ha seguido nevando prácticamente hasta el viernes en cotas medias-altas, por lo tanto hay nieve a raudales y tenemos nuestras cumbres cántabras a tope de nieve.
Esta vez elegimos una ruta algo más durilla para nuestras prácticas con las raquetas, necesitabamos probar nuestras piernas realizando una ascensión cómoda y sin complicaciones, pero con cierto desnivel que se situa en torno a los 1000 mts. Para ello elegimos al Pico Liguardi (1967 m.), este pico es el primero que encontramos en la sierra del Cordel que junto con las demás cumbres, Cordel y pico Tres Mares, establecen la divisoria de las cuencas Cantábrico-Mediterráneas, además en el pico Tres Mares se encuentra el punto de unión de las citadas cuencas más la cuenca del Duero.
La ascensión del Liguardi se puede realizar desde diversos lugares, siendo las más cómodas las que se realizan desde los pueblos de la cara sur pertenecientes al valle de Hijar. Nosotros elegimos subir desde Proaño, con una ascensión cómoda y sin peligros.
El día es maravilloso, el sol se refleja en la nieve y ante nuestros ojos tenemos al valle de Hijar totalmente cubierto de nieve, se avecina una bonita jornada y por fin vamos a poder disfrutar de las vistas desde esta singular cumbre. Después de tomar un café en Espinilla, aparcamos los coches en Proaño que nos recibía con una bonita estampa invernal, algunos lugareños empezaban la faena dedicándose a la tradicional matanza del cochino, hasta nosotros llegaban los gritos y alaridos del animal que supongo presentía su incierto destino.
Ya en el mismo pueblo nos calzamos las raquetas y empezamos a subir, primero atravesando un pequeño bosque, luego unas campas, volviendo otra vez a la masa boscosa, de momento buenas sensaciones. El terreno se va empinando y abandonamos el bosque, ahora ya empieza la subida más fuerte y poco a poco vamos ganando altura, ante nuestros ojos una inmensidad blanca, acertamos a reconocer todas las cumbres pasiegas y del alto Asón, parece que si estiramos el brazo las tocamos con las puntas de los dedos; se me antoja que el cantábrico está muy cerca con esta atmósfera tan limpia y vemos con gran nitidez Santader con su maravillosa bahía.
Seguimos ascendiendo y dejamos atrás a Leti y Tino que deciden volver poco a poco, es la primera ruta del año para Leti y también es la primera vez que se calza las raquetas, ha subido muy bien y creo que han hecho lo correcto, las cosas hay que tomárselas a chupitos.
Nosotros seguimos subiendo y cada vez se va empinando más, aquí el esfuerzo se va notando y sobre todo ahora me queda claro los excesos navideños y la falta de tono muscular, no puedo seguir el paso de los demás y me cuesta avanzar, noto las piernas cansadas y doloridas. En una subida que se me antoja demasiado dura de lo que realmente es y me acuerdo de los malditos mantecados y polvores que se han quedado pegados en cierta zona de mi cuerpo. Por fin llegamos a la cumbre, desde aquí las vistas son sobrecogedoras, pero el viento helador no nos da mucha tregua para regocijarnos, con una sensación térmica de algunos grados bajo cero, la cumbre nos hecha para abajo, apenas tiempo para las fotos, una barrita energética y corriendo para abajo que estamos ateridos de frío.
En la bajada como va siendo habitual los niños y no tan niños disfrutaron deslizándose por las pendientes del Liguardi, un poco de diversión y una risas para disfrutar del día que sigue siendo soleado y muy luminoso.
Pasamos la prueba, hemos realizado la primera ascensión con raquetas y seguimos animados a seguir disfrutando del inverno, si no desaparece el albo elemento claro está.
La ascensión del Liguardi se puede realizar desde diversos lugares, siendo las más cómodas las que se realizan desde los pueblos de la cara sur pertenecientes al valle de Hijar. Nosotros elegimos subir desde Proaño, con una ascensión cómoda y sin peligros.
El día es maravilloso, el sol se refleja en la nieve y ante nuestros ojos tenemos al valle de Hijar totalmente cubierto de nieve, se avecina una bonita jornada y por fin vamos a poder disfrutar de las vistas desde esta singular cumbre. Después de tomar un café en Espinilla, aparcamos los coches en Proaño que nos recibía con una bonita estampa invernal, algunos lugareños empezaban la faena dedicándose a la tradicional matanza del cochino, hasta nosotros llegaban los gritos y alaridos del animal que supongo presentía su incierto destino.
Ya en el mismo pueblo nos calzamos las raquetas y empezamos a subir, primero atravesando un pequeño bosque, luego unas campas, volviendo otra vez a la masa boscosa, de momento buenas sensaciones. El terreno se va empinando y abandonamos el bosque, ahora ya empieza la subida más fuerte y poco a poco vamos ganando altura, ante nuestros ojos una inmensidad blanca, acertamos a reconocer todas las cumbres pasiegas y del alto Asón, parece que si estiramos el brazo las tocamos con las puntas de los dedos; se me antoja que el cantábrico está muy cerca con esta atmósfera tan limpia y vemos con gran nitidez Santader con su maravillosa bahía.
Seguimos ascendiendo y dejamos atrás a Leti y Tino que deciden volver poco a poco, es la primera ruta del año para Leti y también es la primera vez que se calza las raquetas, ha subido muy bien y creo que han hecho lo correcto, las cosas hay que tomárselas a chupitos.
Nosotros seguimos subiendo y cada vez se va empinando más, aquí el esfuerzo se va notando y sobre todo ahora me queda claro los excesos navideños y la falta de tono muscular, no puedo seguir el paso de los demás y me cuesta avanzar, noto las piernas cansadas y doloridas. En una subida que se me antoja demasiado dura de lo que realmente es y me acuerdo de los malditos mantecados y polvores que se han quedado pegados en cierta zona de mi cuerpo. Por fin llegamos a la cumbre, desde aquí las vistas son sobrecogedoras, pero el viento helador no nos da mucha tregua para regocijarnos, con una sensación térmica de algunos grados bajo cero, la cumbre nos hecha para abajo, apenas tiempo para las fotos, una barrita energética y corriendo para abajo que estamos ateridos de frío.
En la bajada como va siendo habitual los niños y no tan niños disfrutaron deslizándose por las pendientes del Liguardi, un poco de diversión y una risas para disfrutar del día que sigue siendo soleado y muy luminoso.
Pasamos la prueba, hemos realizado la primera ascensión con raquetas y seguimos animados a seguir disfrutando del inverno, si no desaparece el albo elemento claro está.
Rufo,
ResponderEliminarJe, je, no seas tan duro contigo mismo, que la ascensión fue dura para todos.
Te has metido 1000m de desnivel con raquetas, que no es pecata minuta ;).
Es más, hicimos más de lo que teníamos planeado. ¿Recuerdas? "si llegamos al collado, me doy con un canto en los dientes" ...
... pues llegamos un poco más allá del collado. :))
[PS] De las agujetas, ni hablamos, ¿no?
Javi.
Como siempre genial Rufo aunque no os hagamos muchos comentarios.La ruta preciosa y así se refleja en las fotos.
ResponderEliminarHasta la próxima
Bonito relato y preciosas fotos.
ResponderEliminarMenudo dia mas espectacular, !mas Sabados como este!
¿excesos navideños? ja,ja.Estais como maquinas,seguir asi.
Javi S.
Gracias Javi S. La verdad que ojala tus palabras sean profecías y que vengan más sábados o domingos como este, ¡Que día más bonito!. Me temo que los excesos navideños siguen pasando factura, pero lo que con placer comes, con sudores hay que echarlo, je, je.
ResponderEliminarUn saludo Javi S.