lunes, 24 de mayo de 2010

Peña Rubrillo (23-05-2010)


La subida a Peña Rubrillo era una de las rutas guiadas mejor organizadas de las que ofrecían el Centro de Iniciativas Turísticas del Asón-Agüera-Transmiera (C.I.T.), y mucha culpa de esta afirmación la tienen el ayuntamiento de Ruesga, la comisión de fiestas de Ogarrio y el restaurante Casa Tomás. Gracias al buen hacer de todas estas personas, la ruta se convertía en una pequeña fiesta al regreso de la misma, con asado,  vino, melón, queso con membrillo, café y copa. ¡Vamos! todo un lujo. Creo que este año el evento se realizará el 11 de Julio, la ruta sigue partiendo de Ogarrio, pero ahora se sube al Mullir.

La ruta que vamos a hacer hoy parte de Ogarrio. Hoy el sol calienta de lo lindo y es preciso llevar una buena cantidad de agua. La ruta está señalada con alguna placa y marcas, aunque en algunos momentos estas se pierden, o nosotros no las supimos encontrar. Menos mal que tenía el track de cuando la realizamos con el C.I.T.


Enseguida empezamos a subir en dirección a el collado de San Miguel, aunque vamos subiendo entre vegetación, pinos y encinas, el calor se va notando y vamos perdiendo líquido a grandes cantidades. Después de rodear el hoyo tenemos que parar para reponer líquidos y comer algo de fruta. Seguimos subiendo y ganando altura, ahora salimos del encinar y no hay sombras, menos mal que corre la brisa y se hace algo más llevadero. El camino ahora se va perdiendo entre la garma y nos cuesta encontrar las marcas, así que lo mejor es seguir el track. Entre piedras, hierba y escondido entre los hoyos originados por la erosión de la piedra caliza, llegamos a un pequeño hayedo que nos ofrece sombra y frescor.


Descansamos, nos quitamos la sed y seguimos nuestro camino. Unos metros más y dejamos la sombra del hayedo, ahora nos espera una subida más píndia que nos acercará entre la garma a Peña Rubrillo. Héctor, que ya no hay quien lo pare, se había adelantado y nos esperaba en el alto de la Peña con Saika. Aquí el viento es más agradable y nos reconforta su roce. Nos deleitamos con las vista al valle de Ruesga , Porracolina, la sierra de Hornijo, el Pico San Vicente, el Picón del Moro, Mullir y frente a nosotros Rocías, la miro con nostalgia y con deseo, ya voy teniendo ganas de volver a subir a esta cima.



Después de la foto de rigor, nos disponemos a bajar en dirección al barrio de Barruelo, un poco antes de llegar al barrio por la carretera cogeremos un camino que parte a mano derecha y que nos lleva al barrio de la Sota. Buscamos la sombra de un Roble y a comer, aunque el calor nos quita un poco el apetito y lo único que apetece es beber y refrescarse, alguno de nosotros lo consigue en el cercano riachuelo.

Después de comer seguimos bajando en dirección a el cercano Ogarrio y según vamos llegando al  pueblo en nuestra mentes visualizamos una jarra fría de cerveza y algunos nos deleitamos mentalmente con el sabor de un rico helado, creo que solo con pensarlo empezamos a babear como Saika cuando ve comida.

Al cabo de poco tiempo llegamos a Ogarrio, después de sufrir un último tramo sin nada de sombra. Nos quitamos las botas, nos cambiamos y rápidamente a Casa Tomás a tomarnos la jarra de cerveza y a comernos un helado. Hoy no lo hemos merecido y con este día de calor es lo que más apetece. La pobre Saika es la que más ha sufrido estos rigores y yace cansada e inmovil a la sombra, a la pobre ya no le quedan ganas ni de jugar.

  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track para el GPS.

sábado, 22 de mayo de 2010

Peña Cabarga desde la Concha de Villaescusa (16-05-2010)



En esta ocasión nos hemos quedado cerca de casa recorriendo la sierra de Cabarga, una sierra muy conocida por los habitantes de la  comarca de transmiera ( hay un dicho en la comarca que dice: "Cabarga con montera, lluvia en Transmiera"). Y aunque suene pretencioso es de suponer que también es conocida por toda España, ya  que dentro de esta sierra se encuentra el afamado e impresionante parque de la naturaleza de Cabárceno. En la cima de Peña Cabarga se encuentra el monumento al Indiano o más llanamente llamado "El Pirulí de Cabarga", que ofrece el mejor mirador a Santander, su bahía y a la ría de Solía, además si el día esta claro y despejado se pueden observar prácticamente la totalidad de las sierras y alturas Cántabras.

A Peña Cabarga se puede subir desde varios sitios, los más conocidos son desde Santiago de Heras, San Salvador y  Pámanes. Nosotros usaremos otro camino que recorrerá prácticamente toda la sierra de sur a norte, para ello nos dirigiremos a la Concha de Villaescusa, un pequeño pueblo muy especial para nosotros y que nos trae muy buenos recuerdos, fue nuestro lugar de veraneo durante muchos años y en el caso de Ana desde que tenía pañales, ya que su abuela materna es de esta localidad.

Quedamos en la Finca de Riosequillo donde dejamos los coches, esta vez somos unos cuantos y  contamos con unos guías de lujo: Cote y la pequeña Raquel, toda una campeona que poco a poco va cogiendo afición, aunque el recorrido es largo y en alguna ocasión necesita ayuda.


Nos encaminamos a la antigua estación de tren de La Concha y atravesamos la vía verde que parte de el Astillero hasta las puertas de entrada del Parque de Cabárceno en Obregón. Pronto empezamos a subir por una cuesta embarrada por las lluvias caídas durante los días anteriores. Paso paso vamos cogiendo altura y al cabo de una media hora estamos en un pequeño collado muy cerca del mirador del Rubí, excelente mirador del parque de Cabárceno.


Después de saludar a los monos  nos salimos del parque por una pista que parte a la izquierda de la zona de los linces europeos, seguimos esta pista y vamos pasando por los restos del trazado por donde bajaban el mineral hasta la ría (según nos cuenta Cote), de lo que fue una explotación minera milenaria que cambió el paisaje de esta sierra, en cierto modo y sin ánimo de compararlo, el paisaje de Cabárceno tiene cierta similitud con las Médulas del Bierzo, otra gran explotación milenaria a cielo abierto.

Seguimos avanzando con vistas a Santander y a su bahía que no nos dejarán hasta la cima de Peña Cabarga, antes de subir la parte más empinada de la ruta recuperamos fuerzas con unas barritas energéticas y calmamos la sed. Después de subir el último repecho que nos lleva a la cima, el viento gélido nos recibe y nos obliga a arroparnos. Una vez entrados en calor nos deleitamos con las vistas que ofrece este mirador natural.


Comimos al resguardo del viento con vistas a la comarca de Transmiera y a nuestra casa que la vemos perfectamente desde esta altura. Después de acabar la comida y reposarla durante unos minutos, volvimos por nuestros pasos hasta la Concha, pero antes nos paramos a despedirnos de nuestros amigos los monos y a disfrutar por unos minutos de la vista de Cabárceno, que luce un intenso verde primaveral.

Una vez llegados a la Concha y para terminar la jornada Cote y Tere nos prepararon un delicioso café acompañado con unas pasta de Toledo, ¡Uhhh que ricas!...

  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track para el GPS.

miércoles, 12 de mayo de 2010

El Karst de la Piluca (09-05-10)


El día amanece con viento sur y con las nubes cubriendo parcialmente el cielo, parece que hoy vamos a tener suerte. Gracias a este viento el suelo está seco y esto nos viene muy bien por el recorrido que vamos a trazar.
Hoy nos vamos a el municipio de Ruesga a realizar el karst de la Piluca, se trata de un recorrido marcado como sendero de pequeño recorrido PR-S12. Es una ruta que no entraña peligros y se hace bien en una mañana, ideal para nuestros planos de ir a comer a casa (o eso pensaba yo...)


Partimos de Matienzo (pueblo situado en el mayor poljé de Cantabria), con ánimo de subir a el alto de la Piluca o las Porras (676 m) que es una modesta cima pero con unas vistas excelentes. Primero por carretera, luego por pistas y al final entre piedras y hierba coronamos esta pequeña cima. Unas barritas y algo de fruta nos reconforta y empezamos la bajada con vistas al valle de Ruesga y con la mole de Rocías altiva y desafiante a unos centímetros de nuestros dedos. 

La primavera avanza y cubre los campos y el monte de un verde intenso con miles de tonalidades, el brezo en flor despide una deliciosa fragancia, todo es una explosión de vida, un renacer del frío invierno, es sin duda la mejor época para disfrutar del monte, un verdadero reto para nuestros sentidos que no pueden abarcar tantos aromas y sonidos.

Bajando por la vertiente sureste nos encontramos metidas en los hoyos a unos buenos ejemplares de hayas ofreciéndonos rincones de ensueños.


El tiempo sigue en su discurrir y se nos echa la hora encima, hay que bajar deprisa si queremos ir a comer a casa. 
Ya casi llegando a Matienzo Ana nos dió el pequeño susto de la jornada, todos conocemos su afición de tocar a todos los animalitos que nos cruzamos por el camino en especial a los burros y a las vacas, que en esta ocasión ofrecían unas ubres cargadas de leche.


Esta vez su afición le jugó una mala pasada y al acercarse para acariciar a uno de estos curiosos animalitos, cedieron las piedras raspándose la pierna con los alambres de espino, que le dejaron su particular marca.





Todo quedo en un pequeño susto y un mal rasponazo que curaron acertadamente Pili O y Javi. En apenas media hora llegamos al pueblo y nos fuimos a casa acompañados de nuestros amigos.

Pero la jornada no acaba aquí, me esperaba una grata sorpresa ofrecida por unos compinchados amigos y compañeros de rutas, estos habían trazado una genial trama para ofrecernos una sorpresa a los cumpleañeros (Javi, Bego, José y Yó). No cabe duda que van mejorando. Una jornada que termino en fiesta, con deliciosos manjares, buen caldo, cantos, risas y una maravillosa queimada ofrecida por José. 

Sin duda que tenemos mucha suerte y es un todo un privilegio tenerlos como amigos y compañeros de fatigas, y es que son muy buena gente.

Aquí toda la genial trama del evento (aviso, no tiene desperdicio).


También os dejo las fotos de la ruta y el track del GPS.


  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track del GPS.


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