jueves, 24 de junio de 2010

Pico Urbión desde la Laguna Negra.


Unos pocos días de "puente" nos bastan para realizar una escapada deseada y pendiente por tierras castellanas, me refiero a los Picos de Urbión y a la sierra de Neila, lugares a camino entre Soria, Burgos y La Rioja. Ya recorrimos parte de estas sierras hace muchos años, por entonces no teníamos niños y teníamos otra forma de disfrutar de estos montes. Por entonces nos gustó tanto que repetimos en más de una ocasión. En nuestra mente estaba poder enseñárselas a nuestros hijos, lo intentamos  el año pasado, pero las nevadas tardías no nos lo permitió. Este año, el día de San Juan, fecha particularmente  especial para nosotros, nos dio de nuevo la oportunidad.

Covaleda, pueblo serrano a los pies del mismísimo Urbión, fue el lugar elegido como punto de partida para las diferentes rutas y también de descanso después de las jornadas de monte. 

Llegamos a Covaleda después de unas tres horas de coche, descargamos, preparamos las mochilas y camino a la Laguna Negra.

¡Empezaban nuestras pequeñas vacaciones!.

Llegamos a las inmediaciones de la Laguna Negra pasado el mediodía, con un día espléndido y con el sol luciendo en lo más alto, se me antoja un cierto grado de locura y temeridad, empezar una caminata a estas horas, pero reprimo los temores y marchamos con las mochilas cargadas de agua. Abandonamos el coche y subimos andando los cerca de 2 km. de carretera que te llevan a la laguna. Pues sí, parece que vamos a pasar calor, aunque pronto dejaríamos la carretera para adentrarnos en la refrescante sombra de los pinares. En unos metros ya estábamos en la Laguna Negra, lugar de leyendas y otro paraíso natural de nuestra geografía peninsular. 

La laguna de origen glaciar situada en un circo rocoso, a cerca de 1800 mts. de altitud, rodeada de rocas, helechos y pinos. El color azul oscuro de sus aguas da pie a muchas leyendas, casi todas tan oscuras como sus aguas. Dicen que la laguna no tiene fondo y que en las profundidades de la laguna se encuentran plagadas de criaturas tan grandes, que devoran en unos segundos lo que cae en ellas. También es la morada eterna de el padre de los hijos de Alvargonzález, asesinado a manos de sus propios hijos; lo relató el propio  Antonio Machado, seguramente fascinado por la belleza de estos lugares:

“Hasta la Laguna Negra,
bajo las fuentes del Duero,
llevan el muerto, dejando
detrás un rastro sangriento,
y en la laguna sin fondo,
que guarda bien los secreto…




Dejamos la laguna y tenemos que sortear el muro rocoso, a la izquierda de la laguna parte el paso que salva la muralla. En unos cientos de metros sorteamos el empinado paso y ante nosotros se abre un terreno despejado, verde, repleto de pequeños charcos y lagunillas que se van formando por el paso de los riachuelos que pueblan el fondo de este pequeño valle alpino.

El calor sigue apretando y además vamos teniendo hambre, pero preferimos esperar a llegar a la cumbre. Pasamos un pequeño collado desde donde vemos muy cercano el pico, pasamos por otra laguna y Saika disfruta con el baño.


Seguimos subiendo y pasamos por los restos de los últimos neveros, después llegamos a un altar a los pies de la cumbre, rodeamos las últimas rocas de conglomerado, hasta llegar a la cumbre. En la cumbre perduran los restos de un mojón, seguramente tumbado por alguna tormenta o tempestad y una cruz.


No podemos más, tenemos que comer algo. Y empezamos a comer mientras contemplamos las vistas  a más de 2.200 mts. de altitud, en el lugar donde nace el Duero, famoso río que riega y da vida a algunos de los más afamados caldos ibéricos. No estaría mal disfrutar de alguno de ellos en este momento, cual mundano y a la vez divino placer.


Ahora nos toca volver, pero antes visitaremos la laguna helada, desde donde volveremos a retomar el camino de vuelta a la Laguna Negra.




Nos hacemos las últimas fotos con la Laguna Negra como protagonista, pero antes de partir al encuentro del coche, buscamos con la mirada a alguna de las criaturas que moran en el fondo de la laguna, pero el bullicio de los visitantes, hacen que se escondan aún más, eso sí, alertas y acechando, esperando el despiste de algún turista, o el atrevimiento de algún  bañista. Nosotros, preferimos refrescarnos en aguas menos peligrosas...
Después de un día tan caluroso nos espera un helado y una cerveza bien fría, mientras nos dejamos llevar por el delicioso aroma a pino, que lo inunda todo con su fragancia.

    FOTOS DE LA RUTA                 TRACK DE LA RUTA
   

1 comentario:

  1. Enhorabuena por las vacaciones !!

    Je, je, seguro que disfrutásteis como niños recordando viejos tiempos. Da rabia cuando algo largamente planeado no sale como uno quiere, asi pues, es de rigor felicitarse cuando precisamente las cosas salen como deberian. Felicidades!! :)


    Saludos,
    Javi.

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