viernes, 25 de junio de 2010

El circo de las Lagunas de Neila.


Son las 8:00 h. de la mañana, nos desperezamos, desayunamos, preparamos las mochilas y nos vamos a la Sierra de Neila en busca de las afamadas lagunas de Neila. No es la primera vez que vamos a visitarlas, aunque de un modo totalmente diferente, en esta ocasión las recorreremos andando y buscaremos una vista más aérea para verlas en todo su esplendor, para ello subiremos a la Campiña (2.049 m.), como punto más alto de esta zona glaciar.

El circo de las lagunas de Neila es un rosario de  lagunas de diferentes tamaños, las principales son: Negra, Larga, Patos, Cascada, Brava y Corta. Estas lagunas están encerradas en un circo de origen glaciar con dos cumbres que superan los 2.000 m. de altitud. 

Os puedo asegurar que es un lugar maravilloso, enormemente mágico y hasta no hace mucho, desconocido. Para mi humilde entender es uno de los parajes más bellos del sistema Ibérico, que compite en hermosura con la cercana Laguna Negra, ya en tierras Sorianas.

Empezamos la ruta en el refugio de Neila, subimos por la carretera y unos metros más arriba nos encontramos con la primera laguna, la de los Patos, por la que pasaremos en nuestro camino de vuelta. Pasadas unas curvas llegamos a el primer mirador. Enfrente tenemos la figura de el pico Urbión, que desde ayer dejó de ser desconocido para nosotros, Ana nos indica su posición:


 Desde este punto  giramos a la derecha y bajamos entre los pinos hasta encontrarnos con una pista que nos lleva a la laguna de la Cascada. A los pies de la laguna hay un refugio, ahora se ve prácticamente abandonado, pero en su tiempo tendría que ser muy acogedor.


 Dejamos la laguna y siempre entre pinos vamos a buscar un cortafuegos por el que iremos ganando altitud hasta llegar a las lagunas superiores. Mientras tanto Ana tiene una guerra particular con un buen puñado de moscas, que en séquito sobre su cabeza resultaban bastante molestas, si Ana mueve la cabeza a un lado, las moscas siguen el movimiento de la cabeza, su molestia se convertía en mofa para mi y los niños que no nos podíamos aguantar las carcajadas.



Seguimos subiendo los cuatro y el peculiar séquito de Ana, que se empeñaban en seguirla como los fieles sirvientes siguen a su amo. Ya estamos más arriba de las lagunas superiores y nos encontramos con una pequeña cima repleta de montones de piedras o hitos que me recordaba la cima de la Imunia, desde esta cima tenemos unas excelentes vistas de las lagunas Negra y Larga.


Subimos hasta una senda que recorre todo el circo por su parte superior, después la seguiremos, pero ahora nos vamos en busca de un lugar conocido como el Barranco de las Calderas. Se trata de un profundo barranco de piedras redondeadas por la erosión del arroyo de Palazuelo. Lugar donde se realiza barranquismo y particularmente bello y solitario. En el horizonte se presentan las primeras nubes de tormenta, hay que darse prisa; mientras tanto el viento hace que el grupo de fieles seguidoras se vayan a lugares más resguardados, lo cual agradece Ana enormemente con un profundo suspiro de alivio, ya que su paciencia estaba muy tocada.

Si bien no pudimos recorrer todos los recovecos del lugar, si disfrutamos de algunos rincones de una belleza singular, y como no Saika se apropiaba de todas las pozas que íbamos descubriendo por el corto recorrido que realizamos. 


Salimos del barranco y nos dispusimos a comer. Mientras tanto la tormenta viene en nuestra dirección, barriendo con una lluvia fría y vivificadora a su paso por esta comarca cubierta de pinos. Decidimos ponernos en marcha con el bocado en la boca, la tormenta esta muy cerca y nos va a alcanzar. Sin apenas tiempo para decirlo nos caen las primeras gotas, primero suave, luego más fuerte, al final nos cae de lleno el chaparrón. Por suerte dura unos minutos y cuando llegamos a lo alto del circo ya estamos prácticamente secos.

Tenemos de nuevo a las lagunas a la vista, seguimos nuestro caminar rodeando las lagunas y disfrutando de las bellas vistas. En el horizonte se dibujan las siluetas de los picos de Urbión y de la cercana sierra de la Demanda, uno de ellos ya en territorio riojano, se perfila de una forma imponente, creo que se trata del pico San Lorenzo, dan ganas de ir hacia él y atravesar el mar de pinos que tenemos a nuestros pies y pueblan estas sierras, seguro que sería una buena aventura. Absorto con mis aventuras imaginarias llegamos a un mojón geodésico; al lado del mojón, un pequeño buzón nos indica que nos encontramos en la cima de la Campiña.





Nos sacamos unas fotos y sentados a los pies del mojón disfrutamos de las vistas, intentando retener en nuestras retinas y a su vez en la fugaz memoria, todos los accidentes geográficos que dibujan este paisaje enormemente bello y bucólico.

Seguimos el camino que nos llevará por todo el borde del circo y que baja hasta la laguna de los patos, nos  encontramos prácticamente en el final de la ruta. Saika como no puede ser de otra manera se zambulle en las profundidades de la laguna, creo que es la que más esta disfrutando, olisqueandolo todo y chapuceando en cualquier porción de agua acumulada que se encuentra por el camino.


Llegamos al refugio y descansamos un poco mientras la "eterna" Yaiza termina los macarrones que no se pudo comer por la tormenta. Después todavía nos queda tiempo para visitar el nacimiento del rió Arlanza y posteriormente, contemplar las huellas de unos antiguos y enormes pobladores, son las pequeñas señales de los auténticos dominadores de la tierra, aunque de esto hace mucho, mucho tiempo...



Para ver las fotos o el track pulsa en el icono correspondiente. 





 




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