Esta ha sido una ruta algo especial y emotiva para nosotros. Tuvimos por estas fechas compañía de unos viejos amigos de Madrid, y accedieron a acompañarnos en esta subida a Cabaña Verónica. Todo un reto para ellos, si bien es cierto que hemos paseado juntos durante muchos años, nunca hasta la fecha han realizado una marcha en terreno montañoso, además si unimos el hecho de hacerlo con un bebe de 8 meses, el tema se nos complica un poco más.
El hecho de querer enseñar a tu mascota las vistas desde Cabaña Verónica te obliga a subir desde Fuente Dé a El Cable por la Jenduda, ó por el Hachero. Tomamos la primera opción acompañados por nuestros habituales compañeros de fatigas. Nuestros amigos madrileños y algunos compañeros más subieron por el teleférico.
Una vez subida la Jenduda, nos encontramos en el camino de subida a Cabaña Verónica, aquí nos juntamos, y a la vez nos separamos, los que subían a Peña Vieja por un lado , y los que seguíamos a Cabaña Verónica por el otro.
Es muy grato compartir aficiones y comprobar que pese al esfuerzo que supone avanzar por este terreno con un bebe a las espaldas, Oana y Fernando se hicieron fuertes, y poco a poco avanzaban y superaban los desniveles. Os podemos asegurar que no se lo creían, pero la fuerte voluntad y las ganas de superar su propio reto hizo lo demás. Al final la recompesa, contemplar las hermosas vistas desde Cabaña Verónica.
Pero Mª Isabel no perdona y había que darla de comer, gracias a la siempre hospitalidad de Quique (guarda del refugio), que nos calentó el potito para saciar el hambre de Mª Isabel, y que por cierto, nos comentó que era al bebe más pequeño que había calentado la comida, hasta Mª Isabel hizo su propio reto, je, je.
Después de dar de comer a Mª Isabel, y de que Saika se despidiera de sus nuevas amigas que compartieron con ella el pan de sus bocadillos, con el consiguiente enfado de la madre. Bajamos hasta el cruce con el camino que va a Peña Vieja, donde nos esperaban los demás para comer.
Una vez comidos, nos separamos, los que acompañamos a Saika a bajar por Espinama, con parada en el Hotel de Áliva para tomar una refrescante cerveza, y el resto que volvieron por el Cable, después nos recogerían en Espinama.
Estamos seguros que para Fernando, Oana, Sergio y Mª Isabel fue un día inolvidable, disfrutaron de la grandiosidad de ofrece los Picos de Europa, y quien sabe igual forjamos a una futura montañera...
Saludos amigos, y lo de las agujetas es el recuerdo de un día de montaña.
El hecho de querer enseñar a tu mascota las vistas desde Cabaña Verónica te obliga a subir desde Fuente Dé a El Cable por la Jenduda, ó por el Hachero. Tomamos la primera opción acompañados por nuestros habituales compañeros de fatigas. Nuestros amigos madrileños y algunos compañeros más subieron por el teleférico.
Una vez subida la Jenduda, nos encontramos en el camino de subida a Cabaña Verónica, aquí nos juntamos, y a la vez nos separamos, los que subían a Peña Vieja por un lado , y los que seguíamos a Cabaña Verónica por el otro.
Es muy grato compartir aficiones y comprobar que pese al esfuerzo que supone avanzar por este terreno con un bebe a las espaldas, Oana y Fernando se hicieron fuertes, y poco a poco avanzaban y superaban los desniveles. Os podemos asegurar que no se lo creían, pero la fuerte voluntad y las ganas de superar su propio reto hizo lo demás. Al final la recompesa, contemplar las hermosas vistas desde Cabaña Verónica.
Pero Mª Isabel no perdona y había que darla de comer, gracias a la siempre hospitalidad de Quique (guarda del refugio), que nos calentó el potito para saciar el hambre de Mª Isabel, y que por cierto, nos comentó que era al bebe más pequeño que había calentado la comida, hasta Mª Isabel hizo su propio reto, je, je.
Después de dar de comer a Mª Isabel, y de que Saika se despidiera de sus nuevas amigas que compartieron con ella el pan de sus bocadillos, con el consiguiente enfado de la madre. Bajamos hasta el cruce con el camino que va a Peña Vieja, donde nos esperaban los demás para comer.
Una vez comidos, nos separamos, los que acompañamos a Saika a bajar por Espinama, con parada en el Hotel de Áliva para tomar una refrescante cerveza, y el resto que volvieron por el Cable, después nos recogerían en Espinama.
Estamos seguros que para Fernando, Oana, Sergio y Mª Isabel fue un día inolvidable, disfrutaron de la grandiosidad de ofrece los Picos de Europa, y quien sabe igual forjamos a una futura montañera...
Saludos amigos, y lo de las agujetas es el recuerdo de un día de montaña.
Je, je,
ResponderEliminarOana, Fernando y Mª Isabel hicieron un gran esfuerzo. Hace ya tiempo tuve la oportunidad de llevar a mi sobrino por el Hondojón y sé lo que es llevar a un crío a cuestas, se ganaron la medalla a pulso. Más si cabe con el día caluroso que nos hizo. Dales mis felicitaciones a los tres (que la pequeña Mª Isabel también se lo ganó). ;)