martes, 27 de abril de 2010

Los Picones de Sopeña y el Hayal de la Zamina (25-04-2010)

Esta es la cuarta vez en dos años que visitamos esta maravillosa sucesión de picos que separan los valles del río Miera y del río Pisueña, si bien sus alturas no son relativamente elevadas, estas se cortan espectacularmente a la vertiente del río Pisueña ofreciendo una verdadera muralla verde, porque si algo sorprende estas montañas es el verdor que visten en la primavera y en el verano.
En todas las demás ocasiones no ha habido manera de recorrer todos los picones de esta singular crestería, por ello en esta ocasión intentaríamos quitarnos una espinita clavada desde hace dos años.
La primera idea era realizar un circuito desde el barrio de La Concha, pero decidimos cambiar la ubicación y realizarla desde el alto del Caracol volviendo por el hayedo de Zamina, situado en la vertiente del valle del Miera. Este hayedo es el de mayor tamaño del valle del río Miera y es un relicto de lo que sería todo el valle antes de ser desforestado por la imparable actividad metalúrgica de las fábricas de cañones de Liérganes y La Cavada.
Empezamos bien la mañana, el día está soleado y parece que este va a ser nuestro día. Según vamos avanzando hacía el alto de Coterotejo vamos viendo las primeras nubes de evolución en el horizonte, pero los picones siguen despejados. Una vez llegados a Coterotejo, visualizamos toda la hilera de picos con la hierba aún de color marrón quemada por la nieve caída en el invierno. Según nos vamos acercando a las primeras cumbres, las nubes hacen su aparición por la vertiente pasiega y van ascendiendo por la ladera empezando a cubrirlos.




Desde luego lo nuestro con estas cumbres es de juzgado de guardia, otra vez las dudas nos vienen a la cabeza, como esto siga así hoy no acabamos la ruta y tenemos que volver. En los siguientes minutos el cielo poco a poco se va encapotando y las nubes siguen subiendo por las laderas llevadas por el viento. Por suerte al llegar a las cumbres de los picones se elevan y no llega a cubrirlos, pero nos oculta todo el paisaje pasiego.




Al final pudimos realizar todo el cresterío y entre jirones de niebla pudimos adivinar a la cercana Vega de Pas. Llegados a el Portillo Ocijo, vamos girando de vuelta a el alto del Caracol buscando el camino que bordea las cabañas pasiegas más elevadas cercanas al hayedo.

Es hora de reponer fuerzas, tomar un trago de vino y descansar las piernas al pie de una cabaña pasiega.




Como todavía nos queda mucho camino lo mejor es recoger y ponerse a andar. Vamos avanzando por las laderas herbosas entrado y saliendo siguiendo la silueta de la montaña, al cabo del tiempo el camino nos guarda una grata sorpresa, pasadas unas cabañas el camino se vuelve calzada de piedra que se adentra en el corazón del hayedo, un par de maravillosos kilómetros entre hayas, garmas, lapiaces y profundos hoyos, sin duda un hermoso secreto el que guarda el hayedo de Zamina.




Salimos del hayedo en una fuerte pendiente y a lo lejos vemos las antenas del alto de Coterotejo, la ruta está a punto de terminar y nos lanzamos por la pista atrochando por donde podemos hasta llegar de nuevo a los coches.

Por fin hemos realizado la vuelta al completo, aunque nos vamos con un ligero mal sabor de boca al no poder contemplar en todo su esplendor los valles pasiegos de Pas y Carriedo.

  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track para el GPS.

lunes, 19 de abril de 2010

El Amboto, por la cara norte. (18-04-2010)


El Amboto, es uno de los montes más bonitos e impresionantes de la geografía vasca, su silueta se recorta en el cielo de una forma desafiante, es una gran mole de piedra caliza con numerosas cuevas y caídas verticales, sobre todo en su cara este. La crestería que ofrece estos montes del Duranguesado entre el Amboto y el Alluitz es una de las más espectaculares, donde se encuentra el famoso paso del diablo; pero ese es otro cantar que de momento no entra en nuestras posibilidades, demasiado riesgo para quien disfruta de la montaña en familia. En este monte tan singular se encuentra la morada de Mari, también conocida como la Dama del Amboto, es la divinidad de la mitología vasca que personifica la madre tierra, la naturaleza y de los elementos que la componen, así que esperemos que Mari se encuentre de buen humor y nos permita entrar en sus dominios y subir a esta hermosa montaña.

Dejamos los coches en Arrazola y el Amboto nos recibe con su característica txapela puesta. Tenemos previsto subir a la cima por su cara norte, esta subida presenta un fuerte desnivel que se aproxima a los 1.100 m. y que se salva en menos de 4 kilómetros de distancia, es una subida sin tregua.

Desde el mismo pueblo empezamos a subir las rampas que poco a poco nos van acercando a la arista del Fraile, la cual bordearemos por la derecha en busca de la dura canal que nos acercará hasta el collado de Aguindi. Antes de afrontar la canal comemos algo, presentamos nuestros respetos a Mari e iniciamos la dura subida por la empinada canal. Poco a poco con monótono paso y con la mirada al suelo vamos avanzando y ganando altura, a veces pienso que en las subidas a los montes, sobre todo por las empinadas canales se parecen un poco al paso de las cofradías en Semana Santa: mirada al suelo, pasos cortos y sincronizados, montañeros en fila india uno detrás de otro y sudor en la frente. Es un pequeño sacrificio que hay que pagar para disfrutar de la cima, aunque ya se sabe, "sarna con gusto no pica".

Nuestros sacrifício se acaba cuando llegamos al collado de Aguindi justo por encima de la arista del Fraile, desde aquí ya solo nos queda subir por la cresta hasta la cima; la visita a la morada de Mari la dejamos para otra ocasión. La cima nos recibe con viento, frío y algo de niebla. Con tal situación solo nos dio margen para beber un poco de agua, sacar alguna fotografía y empezar a descender por la pedrera de la cara sur. Menos mal que no ha caído ni una gota de agua, sino está bajada se tornaría bastante peligrosa. Poco a poco agarrándonos a las piedras vamos descendiendo, más abajo el frío y el viento amainan y el tibio sol nos va calentando.

Una vez llegados a las campas del collado de Zabalandi nos dimos cuenta del caos que ofrece la fuerza de la naturaleza, las hayas arrancadas con sus raíces por toda la ladera abajo, aquí el ciclón Xynthia si se ha dejado sentir y las rachas de más de 200 km/h., han sido demasiado violentas para estas hayas, algunas centenarias que han cedido ante tan violento viento, ¿Tendrá Mari algo que ver en esto, enfurecida de tantas vejaciones que ocasionan los humanos a la naturaleza?...

Comimos a los pies del Izpizte, buscando los rayos del sol y resguardandonos del frío viento. Una vez saciados y descansados inicimos el regreso a Arrazola por un camino entre hayas, bordeando la cara este del Amboto. Una vez llegados a los coches, el cielo se oscurece y empezamos a oir los primeros truenos, esta vez nos hemos salvado de la tormenta, Mari ha sido generosa con nosotros.

  1. Fotos de la ruta.
  2. Track de la ruta.





lunes, 12 de abril de 2010

Circuito por Liébana.El Allende-Cueto Agero-Bejes-El Allende (10-04-2010)


Después de la Semana Santa tan pasada por agua y con tan poca actividad rutera, el cuerpo pide marcha, como además este fin de semana ha sido soleado y con buenas temperaturas hay que aprovechar y volver a la Liébana.
La ruta parte de El Allende, barrio de la localidad de Lebeña. Con un día espléndido y caluroso empezamos a subir en dirección a la canal de Cueto Agero, pico que ofrece en la cara sur una de las mejores zonas de escalada de Cantabria.

Poco a poco vamos subiendo y accedemos a la canal, aquí el desnivel se acentúa pero el camino es bueno y bien marcado. Una vez superada la canal, dejamos las mochilas e iniciamos la trepada al Cueto Agero, posiblemente el momento más divertido de la ruta, saltando cual cabritillas de piedra en piedra hasta llegar a la cumbre. Desde la cumbre las vistas son de impresión, una caída vertical de vértigo (unos 300 m.), más abajo el pueblo de Lebeña y en frente Peña Ventosa; después de sacarnos la foto y de disfrutar con las vistas, el cuerpo nos sigue pidiendo más y ahora es el turno de el Cueto de la Jontaniella y allí nos dirigimos.

El calor aprieta, se acerca el mediodía y Saika empieza a buscar las sombras improvisadas que le ofrecen Pili y Yaiza.



La subida se torna más dura y pesada, el sol hace mella y poco a poco vamos acabando con el agua. Un punto geodésico nos señala el final de la ascensión (1352 m.), momento en que aprovechamos para comer algo y saciar la sed, un poco más adelante Saika se refresca en el resto de un nevero.

Nos toca bajar por la dura canal hasta Bejes, dejamos a nuestra izquierda a Cueto Fontanilla y descendemos en dirección a el collado de las Pandillas, lugar donde descansaremos y comeremos con vistas a Bejes.



Sin agua en las cantimploras nos dirigimos a Bejes a ver si podemos saciar la sed y tomar algo fresco. Bajamos por el barrio de La Quintana, y la pequeña cuesta hasta llegar a Bejes se hace interminable el calor y la sed se acentúan, menos mal que en el albergue nos dieron unas latas frías y en la cercana fuente pudimos de nuevo llenar las cantimploras, sino la vuelta hubiera sido infernal.

Satisfechos nos dirigimos al collado Pelea en dirección a Cabañes, todavía nos quedaban fuerzas para subirlo a un buen ritmo, pese a que la cuesta parecía interminable, en menos de una hora llegamos al paso del collado para descender por una pista que sale a la izquierda y que nos llevó de nuevo a el barrio de El Allende.

Esta claro que nos resarcimos de la semana santa, la ruta tiene un recorrido aproximado de 17 kms. y un desnivel acumulado de más de 1800 mts es una ruta exigente pero muy bonita, para hacerla con buen tiempo, se pisa mucha roca y mojada se torna muy peligrosa.

Ahora ya podemos ir en paz para casa, donde llegamos cansados y satisfechos.

  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track de la Ruta.

El Bierzo. El Castillo de Cornatel (04-04-2010)


Último día en el Bierzo y amanece radiante con un sol espléndido, ¡Que suerte la nuestra! por lo menos tenemos una buena despedida, como diría mi madre "el que no se consuela es porque no quiere". Tendremos que aprovechar la mañana y aunque no tenemos tiempo para realizar una ruta si tenemos el tiempo suficiente para visitar el cercano castillo de Cornatel.

Como muchos de los cientos de castillos que están dispersos por nuestra geografía, el castillo de Corantel está situado encima de un promontorio rocoso con un cortado de más de 150 m., una muralla natural infranqueable. Las vistas desde sus torres y almenas son privilegiadas, desde Ponferrada hasta los Ancares, por el sur la sierra de la Cabrera con los montes Aquilianos.Y así pasamos la mañana, visitando el castillo, luchando cual caballeros templarios defendiendo sus murallas,



imaginando la historia del rescate de Yaiza, la princesa de la luz y el arco iris encerrada en el torreón más alto del castillo,



y descubrimos las artimañas, venganzas y asesinatos que ocurrían dentro de sus aposentos.



Después de divertirnos y recrearnos con la visita al castillo, nos despedimos de Saturno y avanzamos por el camino de la cruda realidad: recoger, intentar que todo entre en el coche y abandonar las tierras del Bierzo. Una gran tierra con muchos contrastes, valles perdidos testigos de épocas pasadas, sitios encantados, sus caminos son recorridos por miles de peregrinos y sobre todo con muchos lugares por descubrir. Sin duda que este viaje ha sido un avance de una nueva visita a esta maravillosa comarca. Esta claro que volveremos.

  1. Fotos del día.

viernes, 9 de abril de 2010

La Tebaida Berciana y el castillo de Ponferrada (03-04-2010)


Ya hemos pasado el meridiano de las vacaciones, tercer día de ruta y no se presenta el día muy halagüeño, sigue nublado y amenaza de nuevo lluvia. Desayunamos y una ligera lluvia empieza a caer, pero no nos rendimos y seguimos empeñados en conocer el valle del silencio, echamos los trajes de agua y nos ponemos en marcha.

La carretera que va desde San Clemente de Valdueza a Peñalba de Santiago, recorre el valle del silencio y es de las que no se te olvidan fácilmente (Derrapes mentales), pero os puedo asegurar que merece la pena la tensión que produce su recorrido. Y se me ocurre pensar que este trazado estrecho y sinuoso esta pensado para proteger la joya que nos ofrece al final de su recorrido.

Peñalba de Santiago es una maravilla de pueblecito, pasear por sus calles es volver a otra dimensión del tiempo, solo rota por los vestuarios modernos que llevamos encima. El olor a lumbre y la ligera nieve que nos cae encima nos baja de las nubes y nos da que pensar que la vida en este lugar sobrecogedor es muy dura y los inviernos muy largos, aún así es un pueblo de cuento medieval con un entorno natural alucinante.

La búsqueda por el retiro solitario de los antiguos ermitaños y anacoretas se realizaba en los lugares más inhóspitos y retirados, pero también los más hermosos y mejor conservados, siempre he pensado que para las construcción de monasterios y ermitas eran elegidas las mejores situaciones, con los mejores entornos naturales, me vienen a la mente la ermita de San Frutos en las hoces del Duratón, la ermita de San Bartolomé en el Cañón del río Lobos, y otras tantas edificaciones. Esto es lo que ocurre en la Tebaida Berciana, aquí buscaron retiro y fe muchos ermitaños, anacoretas y cenobitas, para imaginar su vida de aislamiento y soledad no hay nada mejor que visitar la cueva de San Genadio, a un par de kilómetros de Peñalba de Santiago.

La pena y la frustación se adueña de nosotros, el tiempo solo nos ha dado un respiro de tres horas para visitar el pueblo y comer con los tibios rayos de sol que de vez en cuando emergen entre las nubes, pero es insuficiente para realizar la ruta prevista. ¡Que faena y que mal sabor de boca!, siguiendo con la vista el recorrido de esta ruta nos damos cuenta de que es una ruta de las buenas, de las que se disfrutan metro a metro y eso me frusta cada vez más. Pero lo mejor es no pensar en las cosas o situaciones que no se pueden cambiar ya que no te lleva a ningún sitio; y como hizo Escarlata O'Hara en "Lo que el viento se llevó", lanzamos una promesa al aire: ¡Juramos ante Dios que Volveremos a la Tebaida Berciana y subiremos a los montes Aquilianos!. Casi na, hay queda eso...



De nuevo bajamos de las nubes y todo resquicio de pena se me va con el grito de Ana: ¡Cuidado, no te acerques tanto!, y es que la física no engaña en carretera estrecha, furgoneta y coche se llevan muy mal y las ruedas del coche asoman por el precipicio, mientras maniobramos Ana se tapa los ojos y se aferra al reposabrazos; ya me gustaría ver a Carlos Saínz aquí.

Pasado el susto, a tomar un café y a visitar el castillo de Ponferrada, su historia y su entorno.



Con pena despedimos a Pili y Javi, su tiempo en el Bierzo se acabó. Después a zamparnos unas deliciosas lentejas que nos preparó Bego. Y para bajarlas nos fuimos a visitar a Saturno a contarles nuestras pequeñas aventuras mientras degustamos un orujo... o dos, ya no me acuerdo.


  1. Fotos de la Ruta.




Hayedo de Busmayor y O Cebreiro (02-04-2010)


Día segundo de vacaciones, las previsiones meteorológicas no se han equivocado y el día amanece cubierto y con lluvia, descartamos subir al Teleno o al Mostallar y decidimos hacer una ruta por el Hayedo de Busmayor, este esta situado a menor altura y con menos peligro. Con legañas en los ojos tomamos rumbo a Busmayor, la carretera serpentea por las montañas bercianas y el final de la misma corresponde con nuestro destino. La llegada no fue mucho mejor, la lluvia nos recibía con un desmesurado entusiasmo, trajes de agua y a andar.

Apenas subimos unos metros de altitud y empezamos a pisar nieve, esta muy blanda debido a la lluvia reinante, seguimos avanzando y visitamos una cueva, momento en que empezó a nevar. Seguimos nuestro caminar y se alternaba la lluvia con la nieve, el suelo empapado no absorbe más agua, por lo tanto todos los caminos eran ríos y las campas encharcadas, cascadas por todas partes, agua, agua y más agua. Con los pies empapados y "jartaos" de tanta agua decidimos acortar la ruta y buscar refugio en el bar de la localidad, ni siquiera teníamos ganas de ver las cercanas cascadas que lucían un caudal sobredimensionado.

En el bar de la localidad nos ofrecieron cobijo y un muy buen vino, así conseguimos saciar el hambre, la sed y quitarnos el frío y la humedad del cuerpo; afuera el agua seguía cayendo y esta claro que no podemos hacer nada de monte, así que la solución es hacer turismo. O Cebreiro está cerca de nosotros y no podemos desperdiciar la ocasión de visitarlo. O Cebreiro localidad gallega que ofrece cobijo y yantar a los peregrinos que realizan el Camino de Santiago, y vaya si lo hizo menudo caldo que se metieron para el cuerpo algunos de nuestros compañeros.

Visita por el pueblo para ver las pallozas, típicas edificaciones de la sierra de los Ancares y después para casa, que nos espera la degustación de los pimientos del Bierzo con lacón y sobre todo el afamado botillo del Bierzo; como se suele decir no hay desgracias que cien años dure y en la cena nos resarcimos de la mojadura del día comiendo, bebiendo vino y sobre todo riéndonos y es que la risa es el mayor reconfortante que existe, te quita las penas y te endulza el carácter.

Y aquí acaba nuestro segundo día en el Bierzo, paseito nocturno para bajar el botillo, despejarnos del orujo y a dormir, al día siguiente nos espera La Tebaida Berciana.

  1. Fotos del día.



jueves, 8 de abril de 2010

El bierzo.De Borrenes a las Médulas (01-04-2010)

Esta Semana Santa hemos realizado un viaje que teníamos pendiente por tierras leonesas, se trata de la comarca del Bierzo, lástima que no nos acompañe un ilustre berciano como es Don José, pero seguro que ya tendremos otra ocasión, porque hemos prometido volver a este paraíso natural. Nos alojamos en el pueblo de Borrenes, en la casa rural "San Vicente", una casa recién reformada y muy acogedora, allí conocimos a sus dueños, atentos y muy buena gente y a Saturno que regenta junto con Marisol el bar-restaurante del pueblo, y por cierto, vaya santo botillo que nos prepararon eso sí, regado con un buen caldo de la comarca como tiene que ser, sin duda un placer culinario.

Fue Saturno quien nos informó de la ruta que partía desde el mismo Borrenes hasta las médulas, de todo lo que aconteció en la ruta nos lo cuenta Japus en
Derrapes Mentales. El recorrido de la ruta es todo un misterio, hasta que no asomamos la cabeza por el mirador de Orellán, no descubrimos esta maravillosa obra declarada Patrimonio de la Humanidad, y vaya subidón cuando alcanzamos el mirador y contemplamos ante nuestros ojos a esta mina al aire libre, que debido a la codicia humana en la búsqueda del dorado mineral, fue forjando y erosionando el entorno hasta cambiarlo totalmente.


Tengo que reconocer que es sobrecogedor, sobre todo el color de la tierra cuando es alumbrada por los rayos del atardecer, no consigo describirl esa tonalidad, ni siquiera fotografiarla, después de unas decenas de fotos no he logrado sacar el color de la tierra, a veces el cromatismo te juega malas pasadas.


La visita a las Médulas se me antojó muy corta y nos quedamos con ganas de más, pero el sol quería dormir y nos quedaba volver a Borrenes y tuvimos que espabilar o nos coge la noche por el camino. Llegamos entre penumbras y con los últimos tintes del día, a tiempo para saludar a los últimos compañeros en llegar a la casa.


Las Médulas bien merecen otra visita más pausada y tranquila, hay muchos rincones que recorrer y descubrir pero será para otra ocasión, el día no dio para más.
  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track de la Ruta.

Armañón y los Jorrios (28-03-2010)



El Armanón y Los Jorrios, son dos picos que se encuentran dentro del Parque Natural de Armañón en el extremo noroccidental de Bizcaia. Esta ruta ya la realizamos subiendo desde el barrio de Cueto, pero en esta ocasión la hemos realizado desde Pandillo, unas cabañas situadas por encima del barrio de Romaña, en Trucios.

Dejamos los coches y subimos por una pista sin pérdida alguna, por el camino pudimos comprobar el azote del ciclón Xynthia, muchos pinos partidos como palillos de dientes y otros totalmente deformados y doblados, parece ser que por estos lugares fue más virulento su paso.




Seguimos subiendo por la pista sin coger ningún desvío hasta el portillo de los Montijos, continuamos de nuevo por la pista (que ya se me esta antojando un poco pesada ) y al cabo de unos 300 m. atajamos hartos de tanta pista y subimos la pendiente ladera del Armañón. El armañón es una cumbre herbosa y plana de 854 m. que no tiene nada que ver con la cumbre de los Jorrios (837), un lapiaz no muy complicado de subir, si el terreno esta seco y sin niebla, porque se puede convertir en un verdadero laberinto si aparece la niebla.

Una vez sacada la foto en el mojón de la cima del Armiñón nos fuimos a la cumbre de los Jorrios, que como he dicho antes se trata de subir entre rocas siguiendo los hitos y las marcas hasta llegar cumbre, es una subida muy bonita y la cogimos con gusto después de tanta pista.

Desde las dos cumbres se disfruta de muy buenas vistas, tenemos a la ermita de las Nieves vigilante, las peñas de Ranero, más al fondo La peña del Moro y el pico San Vicente, los valles de Carranza, Villaverde y Trucios y al norte la ría de Oriñón y el macizo de Candina.

Después de comer bajamos en busca del canal que llega al cercano pantano del Juncal, y lo seguimos en dirección sur hasta encontrarnos de nuevo con la interminable pista que nos deja de nuevo en los coches.

Una ruta bonita y sin complicaciones, solo hay que tener un poco de precaución al subir los Jorrios, aunque tengo que reconocer que se me antoja más interesante la subida y bajada desde el barrio de Cueto.

  1. Fotos de la ruta.
  2. Track de la ruta.

miércoles, 7 de abril de 2010

Estacas de Truebas, en el reino de las nubes. (21-03-2010)




Nuestra primera intención era realizar una ruta invernal con raquetas por la zona de Estacas de Trueba, pero el sur es implacable y se llevó de nuevo la nieve...

El día amanece nublado, abandonamos la idea de las raquetas, sin embargo no cejamos en el deseo de dirigimos al encuentro del paso entre Vega de Pas y Espinosa de los Monteros. El camino hasta Vega de Pas sin problemas solo un poco de niebla en el alto de la Braguía. Vamos subiendo el puerto de Estacas de Trueba y poco a poco nos vamos adentrando en el reino de la lluvia y de las nieblas perpetuas. Los frentes atlánticos se ven frenados por la cordillera cantábrica donde vierten su preciado tesoro en forma de lluvia, nieve o granizo, y en las alturas de esta zona pasiega las nubes parecen encontrarse como en casa y se quedan muy agustito mojando la hierba y fabricando miles de riachuelos.

Aquí el tiempo se mide de otra manera, no hay horas, minutos ni segundos, solo hay amaneceres y atardeceres, pero cuando la niebla inunda el lugar solo hay luz o tinieblas.
Dejamos los coches y avanzamos por la carretera hasta abandonarla por el puente de Gostelario, la niebla nos moja y los paisajes quedan escondidos abrazados por las nubes que lo tapa todo, la primavera va avanzando y los anfibios están con sus tareas de preservar la especie y de llenar las charcas de huevos.


Seguimos nuestro camino dejando atrás a tan frenética actividad y subimos al Cotero los lobos para después bajar a la colladía de la Hormaza, aquí oímos el sonido del agua al caer por las rocas, se trata del río Engaña, pero en el reino de las nubes el oído suple a la vista y tenemos que cerrar los ojos para imaginarnos su curso. Seguimos nuestro caminar entre los neveros hasta llegar a las cabañas de la Marruya.

Descansamos y reponemos fuerzas en una de las cabañas resguardados de la lluvia.
Después de comer comenzamos a desandar lo andado, y ya casi al final cuando llegamos a los coches, aparece el cielo azul entre la niebla y cuando vemos aparecer la figura del Castro Valnera, vuelven las nubes juguetonas a taparlo, todo ha sido una ilusión o quizás una burla macabra de las nubes, al final la niebla lo vuelve a envolver todo.

Así son las nubes, ellas mandan y se burlan de nosotros, unas veces avanzan juguetonas en una carrera loca entre las montañas y otras veces se abrazan a ellas estableciendo su reino. Y a nosotros los mortales no nos queda más remedio que rendirles nuestro respeto y abandonar sus dominios hasta otra ocasión.
  1. Fotos de la Ruta.
  2. Track de la Ruta.

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