El Armanón y Los Jorrios, son dos picos que se encuentran dentro del Parque Natural de Armañón en el extremo noroccidental de Bizcaia. Esta ruta ya la realizamos subiendo desde el barrio de Cueto, pero en esta ocasión la hemos realizado desde Pandillo, unas cabañas situadas por encima del barrio de Romaña, en Trucios.
Dejamos los coches y subimos por una pista sin pérdida alguna, por el camino pudimos comprobar el azote del ciclón Xynthia, muchos pinos partidos como palillos de dientes y otros totalmente deformados y doblados, parece ser que por estos lugares fue más virulento su paso.
Seguimos subiendo por la pista sin coger ningún desvío hasta el portillo de los Montijos, continuamos de nuevo por la pista (que ya se me esta antojando un poco pesada ) y al cabo de unos 300 m. atajamos hartos de tanta pista y subimos la pendiente ladera del Armañón. El armañón es una cumbre herbosa y plana de 854 m. que no tiene nada que ver con la cumbre de los Jorrios (837), un lapiaz no muy complicado de subir, si el terreno esta seco y sin niebla, porque se puede convertir en un verdadero laberinto si aparece la niebla.
Una vez sacada la foto en el mojón de la cima del Armiñón nos fuimos a la cumbre de los Jorrios, que como he dicho antes se trata de subir entre rocas siguiendo los hitos y las marcas hasta llegar cumbre, es una subida muy bonita y la cogimos con gusto después de tanta pista.
Desde las dos cumbres se disfruta de muy buenas vistas, tenemos a la ermita de las Nieves vigilante, las peñas de Ranero, más al fondo La peña del Moro y el pico San Vicente, los valles de Carranza, Villaverde y Trucios y al norte la ría de Oriñón y el macizo de Candina.
Después de comer bajamos en busca del canal que llega al cercano pantano del Juncal, y lo seguimos en dirección sur hasta encontrarnos de nuevo con la interminable pista que nos deja de nuevo en los coches.
Una ruta bonita y sin complicaciones, solo hay que tener un poco de precaución al subir los Jorrios, aunque tengo que reconocer que se me antoja más interesante la subida y bajada desde el barrio de Cueto.
Dejamos los coches y subimos por una pista sin pérdida alguna, por el camino pudimos comprobar el azote del ciclón Xynthia, muchos pinos partidos como palillos de dientes y otros totalmente deformados y doblados, parece ser que por estos lugares fue más virulento su paso.
Seguimos subiendo por la pista sin coger ningún desvío hasta el portillo de los Montijos, continuamos de nuevo por la pista (que ya se me esta antojando un poco pesada ) y al cabo de unos 300 m. atajamos hartos de tanta pista y subimos la pendiente ladera del Armañón. El armañón es una cumbre herbosa y plana de 854 m. que no tiene nada que ver con la cumbre de los Jorrios (837), un lapiaz no muy complicado de subir, si el terreno esta seco y sin niebla, porque se puede convertir en un verdadero laberinto si aparece la niebla.
Una vez sacada la foto en el mojón de la cima del Armiñón nos fuimos a la cumbre de los Jorrios, que como he dicho antes se trata de subir entre rocas siguiendo los hitos y las marcas hasta llegar cumbre, es una subida muy bonita y la cogimos con gusto después de tanta pista.
Desde las dos cumbres se disfruta de muy buenas vistas, tenemos a la ermita de las Nieves vigilante, las peñas de Ranero, más al fondo La peña del Moro y el pico San Vicente, los valles de Carranza, Villaverde y Trucios y al norte la ría de Oriñón y el macizo de Candina.
Después de comer bajamos en busca del canal que llega al cercano pantano del Juncal, y lo seguimos en dirección sur hasta encontrarnos de nuevo con la interminable pista que nos deja de nuevo en los coches.
Una ruta bonita y sin complicaciones, solo hay que tener un poco de precaución al subir los Jorrios, aunque tengo que reconocer que se me antoja más interesante la subida y bajada desde el barrio de Cueto.
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